La comunidad de la Escuela se sumó al trabajo solidario del señor Marcelo Vallejo, veterano de guerra de Malvinas, quién todos los años viaja al impenetrable Chaco. Èsta vez, su viaje será a la escuela Nº52 Cacique Supaz.
Las donaciones se recibieron en la Biblioteca y el 5 de Abril se realizó dicho viaje.
A continuación la carta de agradecimiento de Marcelo.
"Hace casi un mes y medio, decidimos hacer una pequeña campaña, para juntar donaciones y sumar nuestro granito de arena con la causa de la Escuela número 52 Cacique Supaz, Ubicada en Nueva Pompeya corazón del impenetrable chaqueño.
Al principio no fue fácil, conocer y poder ganar la confianza de esos chicos en su mayoría de la comunidad WICHI. Tuvimos la suerte de viajar en tres oportunidades, luego por los viajes de la obra de teatro no lo pudimos hacer.
En esta oportunidad, pudimos juntar cosas muy necesarias como Calzado útiles y alimentos...
Niños que viven en parajes, donde no tienen luz ni agua potable, ni juegos, ni plazas, Internet, televisión, pero les cuento a todos, que desde el comienzo de este viaje el viernes pasado, en el que tardamos 24 Horas en llegar, hasta hoy pasaron muchísimas cosas, no paramos un minuto, primero de tener la oportunidad de participar en este viaje, repartiendo útiles, elementos de higiene, calzado, JUGUETES.
y ver la cara de felicidad de todos, recorrimos parajes, esos lugares en el medio del monte, donde salen chicos a ver quién llega, fuimos atendidos de mil maravillas, nos invitaron a comer en uno de esos parajes, un hombre grande llamado José y uno de los fundadores de esta escuela.
Acá todos hablan pausado y en voz baja, y esa noche bajo la luna y las estrellas, nos dimos cuenta que levantar la voz es romper el silencio y la La Paz que ellos sí tienen.
En esos montes hay mucha sabiduría, mientras mirábamos el cielo, uno de nuestros compañeros, nos señalaba la vía láctea... Y para ellos era el camino del ñandú, y así las tremendas formas de ver las cosas y poder aprender.
Pregunte por qué no tienen luz, hice esta pregunta por qué a veces la gente dice que a esta gente le gusta vivir así, me contestaron con resignación, acá siempre. POLÍTICO, VIENE PROMETE Y DESPUÉS SE OLVIDAN, nosotros estamos contentos que vengan a visitarnos, y nosotros que nos habrán las puertas de su casa y nos esperen, es un gran logro, por qué nosotros cumplimos.
Desde maestros hasta los niños del jardín se alegran por qué llegaron los Padrinos a compartir, no sólo cosas materiales si no también esos abrazos y esas sonrisas que son un regalo y a pesar de esa mezcla de tristeza y alegría, por qué sentimos que ellos siguen allá con ese futuro lleno de piedras, también nos sentimos con ganas de seguir, por qué nos esperan, esperan a los payasos, nos esperan para que los llevemos a la Escuela, para trabajar juntos, para caminar, o jugar un partido.
Nos esperan para abrazarnos de las piernas y pedirnos un caramelo...
Ellos esperan y agradecen con artesanías, con cariño, con abrazos preguntando, cuando van a volver y el corazón duele en esas despedidas.
Quería contarles y por sobretodo agradecerles, por la confianza, y les pido que sigan colaborando, ver la sonrisa de un niño y sus zapatillitas nuevas, es el agradecimiento que ellos también les mandan.
Me quede pensando que nos disfrazamos de payasos y en esos tres o cuatro caramelos que les dimos a esos chiquitos que se nos colgaban de las piernas y mirándonos con los ojitos para arriba, nos pedían solo un caramelo, y cuando le dabas uno, te pedían tenes uno para mi hermanito.
Un simple caramelo, o un alfajor y las sonrisas.
Me quedo con esas cosas, me quedo con la imagen de un chiquito que le daba de comer a su hermano mayor, una cuchara para cada uno, eso es compartir."
